El sector agropecuario desempeña un papel relevante dentro de la actividad económica de Honduras. Sus vinculaciones con el resto de los sectores lo convierten en uno de los principales motores de la economía. Lo que sucede en el sector agropecuario se refleja también en las demás actividades productivas: industria, comercio, transporte, almacenamiento y, en parte, en los servicios financieros.
El sector agropecuario contribuye, en buena medida, al crecimiento económico y la generación de empleos. Según un estudio de la CEPAL (2010), la participación de este sector en el PIB total es de 21%.
En Honduras, el sector agropecuario a través de ciertos productos, se ha podido insertar de manera positiva en los mercados internacionales. Las exportaciones agropecuarias han presentado gran dinamismo en los últimos años, al haber crecido de manera constante. Los principales cultivos comerciales son: café y banano. Otros cultivos importantes son: la caña de azúcar y el aceite de palma, mientras que los destinados a la alimentación de la población son: maíz, sorgo, frijol, y arroz; también se producen cítricos y piñas. Son también importantes las exportaciones de mariscos y madera.
Sin embargo, no siempre la producción de cultivos se desarrolla de manera sostenible y amigable con el ambiente. En muchas ocasiones, el aumento de la frontera agrícola, especialmente la agricultura en laderas, se traduce en pérdida de bosques, erosión del suelo, y cambios en el uso de la tierra entre otros. Asimismo, el exceso de pesticidas y fertilizantes abre la ventana para la contaminación de cuerpos de agua. De igual manera, es importante mencionar que la agricultura en nuestro país es dependiente del clima y sus estaciones, puesto que se carece de sistemas de riego efectivos que garanticen la irrigación de los cultivos en especial durante los tiempos de sequías. Esto último, es crítico para los pequeños productores que viven de la agricultura de subsistencia ya que amenaza la seguridad alimentaria y de manera especial bajo las condiciones de cambio climático actuales que están ocasionadas sequías más prolongadas e intensas.
Ante ello, la Fundación Vida promueve proyectos de agricultura sostenible de bajo impacto en los recursos naturales. Como resultado, la Fundación impulsa acciones productivas con base en ordenamiento territorial, el uso de buenas prácticas, la diversificación productiva, la organización de productores y la búsqueda y acceso a nuevos mercados que puedan hacer de la agricultura, una actividad productiva sostenible, desde el punto de vista económico, social y ambiental.
Entre los proyectos que se destacan en esta área de trabajo están:
- Apoyo a la Seguridad Alimentaria en las cuencas de los ríos Nacaome y Goascorán (subcuenca del Río San Juan)
- Consolidando las Capacidades Locales para la Conservación de la Cuenca del Río Goascorán.